La pediatra, Lucía Galán, responde a nuestras preguntas más frecuentes sobre el sueño de nuestros hijos.

Los despertares nocturnos son una preocupación común para muchos padres y madres. Si bien es comprensible que deseemos que nuestros hijos duerman toda la noche sin interrupciones, es importante tener en cuenta que “los despertares nocturnos son una parte normal del desarrollo infantil”, tal y como nos explicó Lucía, mi pediatra, mediante un directo en el perfil de Instagram de @educarestodo, de la mano de Miniland, expertos en el cuidado de la salud, la alimentación y descanso del bebé.

Pero, ¿por qué ocurren los despertares nocturnos? Conocer las posibles causas de estos despertares es fundamental para entenderlos. A continuación os contaremos la explicación que nos dio la especialista Lucía Galán.

¿Por qué mi bebé se despierta tanto por la noche?

Los bebés cuando nacen “tienen un ritmo ultradiano hasta los cinco o seis meses. Es decir, a diferencia de nuestro ritmo, que es circadiano y significa que nuestro cuerpo se reactiva cada 24 horas, el de los recién nacidos se reanuda cada dos o tres horas. O sea, para ellos el día dura entre dos y tres horas, por eso no diferencian el día de la noche. Entonces, cada dos o tres horas se despiertan de forma natural para alimentarse, es un mecanismo de pura supervivencia. Incluso hay algunos que lo hacen cada hora y media y es absolutamente común”, explica la experta Galán.

Por otro lado, “también hay bebés que con tres y cuatro meses ya duermen seis horas del tirón, y si están bien de peso, tienen un desarrollo normal y todas las revisiones con el pediatra son estupendas, no hace falta despertarles porque asimismo es habitual”, comenta Lucía.

¿Hasta qué edad son normales los despertares nocturnos?

Lo natural es que “el niño entre el primer año y los dos años y medio de vida haga un par de despertares. Cuando se despierten tenemos que acudir y decirles: “No pasa nada, cariño. Mira, es de noche”. Nos sentamos a su lado, le damos un besito, un poquito de agua y nos vamos. Tenemos que normalizar la situación y acompañarles, hacerles ver que todo está bien y que pueden seguir durmiendo. Cuando esto lo repetimos periódicamente, al final el niño lo aprende y esos despertares se terminan extinguiendo”, dice la especialista.

No obstante, “si a partir de ese año y medio, dos años y tres años, en lugar de tener dos despertares, hace siete, se despiertan a cada hora, gritan, te van a buscar y entran en bucle con rabietas, esto ya no es normal y ahí es cuando tenemos que consultarlo con un especialista”, aclara la pediatra.

Por lo tanto, el hecho de que los bebés experimenten despertares frecuentes durante sus primeros años de vida, debe entenderse como una fase más de su desarrollo evolutivo.