A partir de los 6 meses, normalmente, un bebé está preparado para hacer Baby Led Weaning. Lucía, mi pediatra resuelve las dudas más comunes
Alrededor de los 6 meses, los bebés comienzan una nueva etapa que a las madres y padres nos suscita muchos interrogantes: la alimentación complementaria. Es decir, además de leche, el único alimento recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) hasta esta edad, empiezan a introducirse nuevos alimentos. No obstante, como su propio nombre indica, esos nuevos alimentos son complementarios a la leche (ya sea materna o de fórmula), que seguirá siendo aún su alimento principal.
Hay dos formas de introducir esos alimentos: triturándolos y ofreciéndoselos al bebé a través de papillas o purés, o de forma entera, aunque, por supuesto, en trozos pequeños. Esta última fórmula se conoce como Baby Led Weaning (BLW), y se traduciría por “alimentación dirigida por el bebé”.
Durante un IGLIVE con Lucía, mi pediatra , le trasladamos las 10 dudas más comunes, y ella nos las respondió.
10 dudas sobre Baby Led Weaning resueltas por Lucía, mi pediatra
El Baby Led Weaning suscita muchas dudas entre las madres y padres. En el directo, Lucía resolvió las 10 más comunes.
1.¿Es mejor el BLW que los triturados?
Realmente no hay una alimentación peor o mejor que otra. Siempre que tengamos la información adecuada sobre cómo tenemos que hacerlo, cualquier alimentación es adecuada. Por tanto, la mejor alimentación es la que eligen los padres de una forma tranquila y convencida y, sobre todo, la que el bebé elige, porque no debemos olvidar que nosotros podemos querer hacer BLW y que nuestro bebé, por distintos motivos, no esté preparado. Esto no debería frustrarnos en absoluto. Ya llegará el momento.
2.¿A partir de qué momento se puede iniciar el BLW?
La alimentación complementaria, elijamos la modalidad que elijamos, comienza a los 6 meses. Antes de los 6 meses, el niño solo se alimenta con leche (ya sea de fórmula o de la madre). Es entonces, a los 6 meses, cuando debemos empezar a introducir alimentos, ya sea de manera sólida o triturada a través de papillas.
3.¿Todos los niños pueden hacer BLW?
Para poder hacer BLW, es imprescindible que el niño cumpla tres requisitos:
- Tenga una sedestación estable. Es decir, que se siente en la trona sin caerse a los lados o hacia adelante.
- Ya no tenga reflejo de extrusión. Este reflejo es aquel que observamos en los niños más pequeños al introducirles algo sólido sobre la lengua, ya sea un trozo de comida, un objeto o el propio chupete, estos sacan la lengua inmediatamente en un intento de expulsar todo aquello que pueda provocarles un atragantamiento. Este reflejo suele desaparecer en torno a los 6 meses, lo que indica que el niño está preparado para recibir alimentos sólidos. Si nuestro hijo tiene reflejo de extrusión deberíamos esperar hasta que el reflejo desaparezca.
- Tenga autonomía con sus manos y una adecuada coordinación ojos-mano-boca.
Es en la revisión de los 6 meses donde los pediatras podemos ver si el niño cumple estos requisitos.
4.¿Si empiezo dándole triturados luego no podrá hacer BLW?
No, nada que ver. Si nuestro hijo no está preparado a los 6 meses y tenemos que esperar a los 7, no hay problema. Todos, o casi todos, hemos empezamos con papillas y hoy no vemos ningún adulto que no coma sólido. Por tanto, no debemos preocuparnos si nuestro hijo tiene pasar primero por los triturados.
5.¿Puedo hacer BLW en casa y que coma triturados en la escuela infantil?
Por supuesto. No hay ningún problema. Esta es una pregunta muy común en la consulta, y mi respuesta es siempre la misma: no hay ningún problema. De hecho, no solo en la escuela infantil, hay muchas abuelas que no quieren hacer BLW porque les da miedo que el niño se ahogue, y no pasa nada. Diría que incluso puede ser positivo porque así el niño se acostumbra a diferentes texturas.
6.¿Hay de verdad un riesgo de atragantamiento grande al practicar BLW?
Lo que dice la evidencia científica es que ante unos padres bien informados de los alimentos que pueden darles y los que no, no hay mayor riesgo de atragantamientos.
¿Cuáles son estos alimentos prohibidos?
Cualquier alimento que nosotros no seamos capaces de aplastar con lengua y paladar.
Algunos ejemplos:
- Verduras crudas: Zanahoria, apio, ensalada
- Manzana cruda
- Patatas de bolsa, galletas de arroz o de maíz.
- Frutos secos o frutos desecados (pasas, arándanos)
- Cerezas, uvas, cherry, maíz, guisantes
- Caramelos y cualquier alimento duro
7.¿Hay niños que no admiten los trocitos?
Es importante que sepamos que para que nos guste algo nuevo, debemos ingerirlo una media de 15 veces. Es un mecanismo de supervivencia que nos aleja de comer alimentos en mal estado o envenenados. Por tanto, es normal que la primera vez que nuestro hijo pruebe algo, no le guste y le venga una arcada. ¿Qué haría yo? Le daría el trozo más chafado, y tener paciencia.
8.¿Qué alimentos es imprescindible que les demos?
Es muy importante que los padres sepan que en todas las comidas debe haber: frutas y verduras, hidratos de carbono (pasta integral, arroz integral, pan integral…) y proteína (carne, huevo, pescado o legumbres). Esto es fundamental. Veo en consulta niños que con 8 meses solo toman fruta y verdura, y esto no es bueno, porque hay riesgo de que el niño padezca anemia ferropénica (por falta de hierro). Por tanto, desde los 6 meses, los niños pueden comer prácticamente de todo, excepto:
- Atún rojo, emperador, lucio, tiburón (por su alto contenido en mercurio)
- Acelgas o espinacas
- Sal
- Azúcar
- Leche de vaca
9.¿Cuántas comidas debe hacer el niño cuando iniciamos la alimentación complementaria?
Las mismas que nosotros. Cuando nos sentemos a la mesa a desayunar, a comer o a cenar, es importante que sentemos al niño con nosotros para que él también coma. Incluso en la merienda y en la ingesta que hagamos a media mañana.
Importante recordar que la leche sigue siendo su alimento principal, el resto de alimentos complementan su alimentación.
10.¿Qué le damos primero: la leche o el resto de alimentos?
Como el alimento principal sigue siendo la leche, lo ideal sería darle primero leche. Pero, ojo, hay niños que si toman leche luego no quieren nada más. En este caso, somos flexibles e invertimos el orden en algunas tomas.