Antes se hablaba de la pirámide alimenticia, pero ahora ha quedado desfasada y desplazada por esta guía que da más peso a las frutas y las verduras.
Uno de los principales problemas que afectan a la salud de nuestros hijos es la obesidad infantil. Y no solo de los niños, también de los adultos, pues provoca cada año el fallecimiento de 2,8 millones de personas.
Muchas veces el origen de esta dolencia se encuentra en malos hábitos, costumbres que inculcamos a nuestros hijos desde que son muy pequeños y que no nos damos cuenta de los efectos nocivos que tiene en su organismo y en su salud presente y futura.
Pero tranquilos, que esto tiene solución. Y, tal y como nos comentó Lucía, mi pediatra en nuestro último directo de Instagram de mano de nuestros amigos de Miniland, una de las claves la encontramos en el plato de Harvard. ¿Qué es exactamente?
¿Qué es un plato Harvard?
El plato de Harvard viene a sustituir a la antigua pirámide de alimentos y fue creado por la Escuela de Salud Pública de Harvard y los editores en Publicaciones de Salud de Harvard para ayudar, como la guía que es, a elaborar comidas saludables y equilibradas.
“Es la forma más equilibrada en la que podemos dar de comer a nuestros hijos”, tal y como nos explica Lucía, mi pediatra.
En este plato de Harvard hay unos claros protagonistas:
- La fruta y la verdura, que como comentó la pediatra han de ocupar la mitad de ese plato de Harvard.
- Un cuarto restante ha de ser destinado a los hidratos de carbono, preferiblemente de índole integral. En este grupo entrarían los granos como la avena, arroz, sémola de trigo, patata, pasta, pan, etc.
- El otro cuarto, el que nos queda para completar el plato, lo ocuparían las proteínas saludablesque pueden ser de origen vegetal, como las legumbres o los frutos secos, o de animal, que se encuentran en huevos, pescado, pollo o carnes rojas no procesadas siempre que se consuman con moderación.
“Da igual la cantidad, lo importante son las proporciones”, nos dijo Lucía, mi pediatra.
¿Y cómo acompañamos estos alimentos? Pues muy fácil, con aceites vegetales de calidad tipo aceite de oliva virgen extra o aguacate y con agua, siempre con agua como bebida.